Generación X
Mi problema es que me aburre vivir (vaya comienzo). Así es, cualquier trabajo me aburre tan rápido como la frustración me invade. No puedo evitar sentir que hay algo mejor que podría estar haciendo y no sé qué es. Siento que tiene que haber algo más; me niego a creer que vivir es solamente lo que vivo, me parece insufriblemente escaso, insuficiente, falto de plenitud en definitiva.
Como ya se habrán dado cuenta, soy parte de la llamada Generación X y eso quiere decir que estoy jodida.
Soy parte del inconformismo mundial que rodea a las personas.
Supe que en los 60 hubo hippies, con sus flores y orgías. Los 70 tuvieron revolucionarios y soñadores ( claro que éstos duraron poco. La tortura como herramienta de persuasión era extremadamente efectiva y los sueños cayeron bajo palazos de sabiduría político-militar). Los 80 tuvieron sus drogas como centro de atención, su música particular con punks y mundiales, victorias históricas e históricos fracasos, el gol de Maradona a los ingleses, la huida de un presidente y facultades vacías( claro, después de 30.000 desaparecidos era difícil que quede algún estudiante).
En los 90 ( y ahí es cuando sucede mi adolescencia, el principio del entendimiento y la aceptación de que algo anda irremediablemente mal) no tuvimos nada.
El muro de Berlín cayó pesado como la ignorancia con que se lo construyó y los trozos de historia son fácilmente localizables en Internet. El sexo pasó ser un arma de doble filo, un payaso asesino o un riesgo mayor que se tomó como cotidiano; el fútbol se volvió mortal; el trabajo como fuente de felicidad e inspiración cayó desenmascarado en su utopía..., etc.
Muchos huyeron como ratas, corriendo desesperados a las aduanas de Ezeiza con la esperanza de correrle el cuerpo a la desgracia socio-económica (como si hubiese sido sólo eso lo que nos quemaba por dentro).
Sé que nada llegará a estabilizarme como necesito, que nada podrá balancear mi debe y haber correctamente a fin de detener el déficit de confianza que tengo depositado en el banco de la vida.
La solución a este dilema se ve sin más, como una ilusión temporaria y reseca de esperanza.
Ojo, también sé de gente que pertenece a la mencionada generación y que aparentemente llevan una vida satisfecha y notablemente mediocre, pero es en verdad una ilusión tan bien creada que uno se puede quedar a vivir en ella confortablemente. Discúlpenme, pero yo prefiero los ojos bien abiertos a la negación y el autoengaño.
La desilusión está aunque sólo algunos la podamos ver, sentir y hasta oler. La Generación X está ahí afuera, bien despierta y razonando, debatiéndose entre la tortura diaria y la negación eterna. Pero ahí está, latente, intentando testarudamente( como yo lo hago, reconozco) encontrar ese algo más que nos está faltando.
Aun así he visto a otros de mi clase, confundidos a mi alrededor, siguiendo direcciones, panfletos, planes y planos para la felicidad. Pero hay también una gran parte ya despierta y ha comenzado a golpear puertas, a abrir almas y ventanas.
Soy parte de la llamada Generación X, esa que tantos problemas ha dado con su inconformismo y decepción, soy parte de la era sin héroes. No hay un Kennedy, Luther King, Marx, Lenin, Camus, Picasso, Dali, Lenon. (TODOS ESTOS HEROES COMPARTIDOS O NO)Ni siquiera está la Máquina de River, la Naranja mecánica, Maradona ha caído, Tyson preso y toda banda de rock que tiene algo que decir es obstaculizada y amordazada por sellos gigantescamente internacionales dirigidas por trajes con pelo largo y traiciones curriculares.
Eso sí, tenemos a los Estados Unidos como juez y jurado del mundo jugando a los vaqueros con Iran, tenemos a la mafia desmafiada , a los Hooligans , a los recuerdos de los desaparecidos y sus capuchas, a la corrupción para obtener lo ilegal y a otra corrupción (mucho más cara por cierto) para conseguir algo legal.
La policía roba y asesina; los chorros donan sus órganos; los políticos hablan y el pueblo sigue callado (pero de hambre no porque quiera). En definitiva, estamos jodidos y a largo plazo.
Soy parte de la llamada Generación X y eso quiere decir que estoy jodida.
Aunque lo que no sé es de qué manera, si porque no veo el lado optimista de la cosa o si porque somos los únicos que vemos el lado inconfundiblemente pesimista.
Soy parte de la llamada Generación X y eso quiere decir que tanto vos como yo estamos jodidos, pero también quiere decir que algo mejor nos está esperando.
Quiere decir que el vacío no es eterno y que existe con que rellenarlo. Quiere decir que hay una guerra librándose frente a nuestros ojos aunque no la veamos entre el destino y nosotros y quizás hasta Dios mismo esté implicado (eso sí, El está justificado porque trabaja de maneras misteriosas).
Que aún esta batalla no se define entre la resignación y la vida y creo que si Dios mejora un poco de su sordera puede que tengamos una oportunidad, eso sí, necesitamos lealtad y no hacia una bandera, sino hacia nosotros mismos porque esa es la única manera de no traicionar a los demás. La trasparencia. Hay una batalla por ganar, la batalla por la vida, por la felicidad, por nuestros destinos. Hay dos bandos y ningún neutral. Yo sé de qué lado estoy cuando las balas pican cerca...Y Vos...?