miércoles, 27 de marzo de 2013


Generación X

Mi problema es que me aburre vivir (vaya comienzo). Así es, cualquier trabajo me aburre tan rápido como la frustración me invade. No puedo evitar sentir que hay algo mejor que podría estar haciendo y no sé qué es. Siento que tiene que haber algo más; me niego a creer que vivir es solamente lo que vivo, me parece insufriblemente escaso, insuficiente, falto de plenitud en definitiva.

Como ya se habrán dado cuenta, soy parte de la llamada Generación X y eso quiere decir que estoy jodida.
Soy parte del inconformismo mundial que rodea a las personas. 

Supe que en los 60 hubo hippies, con sus flores y orgías. Los 70 tuvieron revolucionarios y soñadores ( claro que éstos duraron poco. La tortura como herramienta de persuasión era extremadamente efectiva y los sueños cayeron bajo palazos de sabiduría político-militar). Los 80 tuvieron sus drogas como centro de atención, su música particular con punks y mundiales, victorias históricas e históricos fracasos, el gol de Maradona a los ingleses, la huida de un presidente y facultades vacías( claro, después de 30.000 desaparecidos era difícil que quede algún estudiante).

En los 90 ( y ahí es cuando sucede mi adolescencia, el principio del entendimiento y la aceptación de que algo anda irremediablemente mal) no tuvimos nada.
El muro de Berlín cayó pesado como la ignorancia con que se lo construyó y los trozos de historia son fácilmente localizables en Internet. El sexo pasó ser un arma de doble filo, un payaso asesino o un riesgo mayor que se tomó como cotidiano; el fútbol se volvió mortal; el trabajo como fuente de felicidad e inspiración cayó desenmascarado en su utopía..., etc.

Muchos huyeron como ratas, corriendo desesperados a las aduanas de Ezeiza con la esperanza de correrle el cuerpo a la desgracia socio-económica (como si hubiese sido sólo eso lo que nos quemaba por dentro). 
Sé que nada llegará a estabilizarme como necesito, que nada podrá balancear mi debe y haber correctamente a fin de detener el déficit de confianza que tengo depositado en el banco de la vida.

La solución a este dilema se ve sin más, como una ilusión temporaria y reseca de esperanza.

Ojo, también sé de gente que pertenece a la mencionada generación y que aparentemente llevan una vida satisfecha y notablemente mediocre, pero es en verdad una ilusión tan bien creada que uno se puede quedar a vivir en ella confortablemente. Discúlpenme, pero yo prefiero los ojos bien abiertos a la negación y el autoengaño.

La desilusión está aunque sólo algunos la podamos ver, sentir y hasta oler. La Generación X está ahí afuera, bien despierta y razonando, debatiéndose entre la tortura diaria y la negación eterna. Pero ahí está, latente, intentando testarudamente( como yo lo hago, reconozco) encontrar ese algo más que nos está faltando.

Aun así he visto a otros de mi clase, confundidos a mi alrededor, siguiendo direcciones, panfletos, planes y planos para la felicidad. Pero hay también una gran parte ya despierta y ha comenzado a golpear puertas, a abrir almas y ventanas.

Soy parte de la llamada Generación X, esa que tantos problemas ha dado con su inconformismo y decepción, soy parte de la era sin héroes. No hay un Kennedy, Luther King, Marx, Lenin, Camus, Picasso, Dali, Lenon. (TODOS ESTOS HEROES COMPARTIDOS O NO)Ni siquiera está la Máquina de River, la Naranja mecánica, Maradona ha caído, Tyson preso y toda banda de rock que tiene algo que decir es obstaculizada y amordazada por sellos gigantescamente internacionales dirigidas por trajes con pelo largo y traiciones curriculares.

Eso sí, tenemos a los Estados Unidos como juez y jurado del mundo jugando a los vaqueros con Iran, tenemos a la mafia desmafiada , a los Hooligans , a los recuerdos de los desaparecidos y sus capuchas, a la corrupción para obtener lo ilegal y a otra corrupción (mucho más cara por cierto) para conseguir algo legal.

La policía roba y asesina; los chorros donan sus órganos; los políticos hablan y el pueblo sigue callado (pero de hambre no porque quiera). En definitiva, estamos jodidos y a largo plazo.

Soy parte de la llamada Generación X y eso quiere decir que estoy jodida.

Aunque lo que no sé es de qué manera, si porque no veo el lado optimista de la cosa o si porque somos los únicos que vemos el lado inconfundiblemente pesimista.

Soy parte de la llamada Generación X y eso quiere decir que tanto vos como yo estamos jodidos, pero también quiere decir que algo mejor nos está esperando.

Quiere decir que el vacío no es eterno y que existe con que rellenarlo. Quiere decir que hay una guerra librándose frente a nuestros ojos aunque no la veamos entre el destino y nosotros y quizás hasta Dios mismo esté implicado (eso sí, El está justificado porque trabaja de maneras misteriosas).

Que aún esta batalla no se define entre la resignación y la vida y creo que si Dios mejora un poco de su sordera puede que tengamos una oportunidad, eso sí, necesitamos lealtad y no hacia una bandera, sino hacia nosotros mismos porque esa es la única manera de no traicionar a los demás. La trasparencia. Hay una batalla por ganar, la batalla por la vida, por la felicidad, por nuestros destinos. Hay dos bandos y ningún neutral. Yo sé de qué lado estoy cuando las balas pican cerca...Y Vos...? 

miércoles, 13 de marzo de 2013

Cuando la indiferencia gana


Evidentemente, la indiferencia puede resultar tentadora. En ocasiones, incluso seductora. Resulta mucho más fácil apartar la mirada. Es mucho más fácil evitar estas abruptas interrupciones a nuestro trabajo, nuestros sueños y nuestras esperanzas. A fin de cuentas, es extra­ño y pesado implicarse en el dolor y la desesperación de los demás. Para una persona indiferente, sus vecinos carecen de importancia. Por tanto, sus vidas carecen de sentido para él. Su dolor oculto o incluso visible no le interesa. La indiferencia reduce al otro a una abstracción.
En cierto sentido, ser indiferente a ese sufrimiento es lo que deshumani­za al ser humano. A fin de cuentas, la indiferencia es más peligrosa que la ira o el odio. A veces, la ira puede ser creativa. Uno escribe un hermo­so poema, una magnífica sinfonía. Uno crea algo especial por el bien de la humanidad, porque está enfadado con la injusticia de la que es testi­go. Pero la indiferencia nunca es creativa. Incluso el odio, en ocasiones, puede suscitar una respuesta. Lo combates. Lo denuncias. Lo desarmas.
La indiferencia no suscita ninguna respuesta. La indiferencia no es una respuesta. La indiferencia no es un comienzo; es un final. Por tanto, la indiferencia es siempre amiga del enemigo, puesto que beneficia al agre­sor, nunca a su víctima, cuyo dolor se intensifica cuando la persona se siente olvidada. El prisionero político en su celda, los niños hambrientos, los refugiados sin hogar… No responder a su dolor ni aliviar su soledad ofreciéndoles una chispa de esperanza es exiliarlos de la memoria huma­na. Y al negar su humanidad, traicionamos la nuestra.

sábado, 23 de junio de 2012

Somos una cultura de la eyaculación precoz.

Buenos Aires es una Ciudad contradictoria. Diferentes historias hablan del hechizo y la magia, de su río encantado.
Pasa el tiempo y Eros sigue habitando nuestra ciudad. En todos los casos se las arregla para ofrecer a los mortales habitantes de esta parte del mundo lo que ellos siempre le pidieron: farra, garufa, noche y diversión.
En Buenos Aires, hay un erotismo callejero muy despierto. Una “mina” con minifalda siempre es mirada, eso quiere decir que el señuelo sexual funciona. El piropo es eminentemente erótico, porque es eso y nada más. Recuerdo lo que decía Oliverio Girondo: “Los hombres eyaculan piropos a las chicas de flores”.
El erotismo ha sufrido un desplazamiento al dinero, al tener, y al no ser. El falicismo es un drama del hombre y de la mujer, que aparece en la mujer. Es un drama creado por ambos y lleva a la mujer al deseo de tener lo que nunca va a tener. Ella valora los símbolos fálicos, porque el hombre le hizo creer que él es superior.
Lacan dijo alguna vez: Hay una biblioteca que consta de 50 libros; está el libro 1, el 2, el 3 y el 4 no está. Alguien asegura: “falta”, pero no falta, está en otro lado. La mujer siente la melancolía de creer que perdió lo que cree que tenía. El hombre se rodea de armaduras porque cree que puede perder lo que cree que tiene. Pero en realidad ninguno perdió y ninguno tuvo.
Somos una cultura de la eyaculación precoz. Cualquier seducción, cualquier forma de seducción, que es un proceso enormemente ritualizado, se borra cada vez mas tras el imperativo sexual naturalizado, tras la realización inmediata e imperativa de un deseo. Nuestro centro de gravedad se ha desplazado efectivamente hacia una economía libidinal que ya solo deja sitio a una naturalización del deseo consagrado, bien a la pulsión, bien al funcionamiento maquínico, pero sobre todo a lo imaginario de la represión y de la liberación.
Sin embargo, tampoco se dice: “Tienes un alma y hay que salvarla”, sino:
“Tienes un sexo, y debes encontrar su buen uso”.
“Tienes un inconsciente, y ELLO tiene que hablar”
“Tienes un cuerpo y hay que gozar de el”.
“Tienes una libido, y hay que gastarla”, etc.
Esta obligación de liquidez, de flujo, de circulación acelerada de lo psíquico, de lo sexual y de los cuerpos es la replica exacta de la que rige el valor de cambio: es necesario que el capital circule, que no tenga un punto fijo, que la cadena de inversiones y reinversiones sea incesante, que el valor irradie sin tregua.
El sexo como modelo toma la forma de una empresa individual fundada en una energía natural: a cada uno su deseo y que gane el mejor (en goce). Es la misma forma del capital, y precisamente por eso, sexualidad, deseo y goce son valores subalternos. Cuando aparecen, no hace tanto tiempo, en el horizonte de la cultura occidental, como sistema de referencia, aparecen como valores venidos a menos, residuales, ideal de clases inferiores, burguesas y después pequeño burguesas, con relación a los valores aristocráticos de sangre y linaje, de desafío y seducción, o a los valores colectivos, religiosos y de sacrificio.
Allí donde el sexo se erige como función, como instancia autónoma, es porque ha liquidado a la seducción. Aún hoy no se da, casi nunca, más que en lugar de la seducción ausente, o como residuo y puesta en escena de la seducción fracasada. Entonces es cuando la forma ausente de la seducción se alucina sexualmente- en forma de deseo. Es en esta liquidación del proceso de seducción donde toma fuerza la teoría moderna del deseo. Naturaleza y deseo, ambos idealizados, se suceden en los esquemas progresivos de liberación, la de las fuerzas productivas antiguamente, hoy la del cuerpo y el sexo.
La seducción opera también bajo esa forma de una articulación simbólica, de una afinidad dual con la estructura del otro; el sexo puede ser un resultado por añadidura, pero no necesariamente. Mas bien seria un desafío a la existencia misma del orden sexual.
De todas maneras, sigo pensando que lo erótico va para otro lado (tal vez sesgada por la definición clásica que toma Freud), es lo amoroso. Es la construcción de complejidades cada vez más altas. Es lo contrario de lo tanático, que es lo disolutivo, lo que va destruyendo los nexos, las articulaciones. Lo erótico es lo que tiende hacia el significado, hacia el sentido, hacia la desmaterialización. Allí nos encontramos con el amor. El otro importa mas allá de su cuerpo, el otro produce un efecto en uno que es un enigma, que es inaprensible, que trasciende lo material. 

domingo, 3 de abril de 2011

LA FURA DELS BAUS

LA FURA DEL BAUS
EL GRAN MACABRO en EL TEATRO COLON



La puesta que realizó la Fura Dels Baus con la Obra El Gran Macabro, no es una puesta tradicional. Es una ópera muy antiestablishment y es hasta es interesante desde el punto de vista político.






Además de lo que pueda representar El gran macabro , con todo su toque apocalíptico y su reflexión en torno a la muerte, es interesante pensar en lo que pueda decirnos  en la actualidad (y quizá porque el futuro es hoy, gracias a nuestros celulares de multiconectividad) el arte es más revisionista que futurista.
La primera versión de El gran macabro fue en una época de pensar en la bomba atómica y el Apocalipsis. En cambio, lo que hace La Fura es ponerla en otro contexto: una noche en la vida de Claudia. Ella cree que se va a morir por haber comido algo. Toda la ópera se desarrolla dentro de su cuerpo. El plano grande de sociedad está llevado a lo individual y creo que esa es una interpretación más actual.

Es magnifico poder ver la exhuberante creatividad concretada por La Fura Dels Baus a traves del complejo dispositivo escenotécnico, lúminico y de proyecciones puesto al servicio de la obra.

La Botica del Angel



La Botica del Ángel fue un original ámbito artístico porteño creado por el modisto y escenográfo Eduardo Bergara Leumann en 1966 en el Barrio de San Telmo de Buenos Aires, Argentina por el que pasaron y se iniciaron figuras del medio artístico argentino de relevancia nacional e internacional.
Nació como espacio teatral alternativo y de exposiciones en el año 1966, en la calle Lima 670. Rápidamente se impuso como un centro alternativo de vanguardia al mismo tiempo que el legendario Instituto Di Tella.


La primera Botica cerró sus puertas debido a las obras de ensanche de la Avenida 9 de Julio, para dar paso a una segunda en la calle Luis Sáenz Peña 541. Hoy es un museo del barrio de Montserrat, integra los sitios de interés cultural de la ciudad de Buenos Aires como ámbito especializado en los años sesenta, posee 33 ambientes con diversos escenarios. Depende de la Universidad del Salvador.







Divertidísimo cambalache donde,

 la Biblia se codea con el calefón. 


El viernes 11 de Marzo tuve la posibilidad de ir a una visita guiada de este laberinto vertical, casi infinito, donde más y más escaleras conducen a más y más pasadizos, atiborrados de objetos que han proliferado como un insólito arrecife de coral. El vértigo de la acumulación impide demorar la vista en las reliquias más valiosas: hay pinturas, sobre todo, de Berni, de Soldi, de Roux, de casi todos los maestros argentinos. Autógrafos, manuscritos, cartas, miles (no creo exagerar) de fotografías. Cada corredor, cada recoveco, es como una capilla dedicada al recuerdo de actores, actrices, cantantes, bailarines... todos los que dedicaron y dedican sus vidas al espectáculo. Pero también están los escritores (una encantadora carta de Victoria Ocampo a José Gobello, agradeciéndole el envío de un Diccionario del Lunfardo, donde ha podido descubrir que ella misma usa en sus textos términos lunfardos, sin saberlo), los pintores, los músicos.


En esa tarde casi veraniega, yo atravesaba los túneles del tiempo y saludaba a los amables fantasmas que surgían y se desvanecían a mi paso, mientras iba del Pabellón de las Rosas a lo de Hansen, del vasto salón entonado en plata donde Marikena se hermana con García Lorca, al diminuto circo dedicado -naturalmente- a los Podestá, o curioseaba en los baños, decorados con tanta gracia.


Vivimos en un mundo que te saca las ganas de todo, por eso es necesario que un ejército de ángeles salga con mensajes de optimismo, de creación, de ganas. La Botica es un Imperio del arte, se siente, se vive, se palpita, solo lo entenderás si vas:

VISITAS GUIADAS PREVIA INSCRIPCIÓN 0800 333 8725Luis Saenz Peña 541 (entre Venezuela y Mèxico)